Es un proceso de evaluación externa al que deben someterse obligatoriamente las instituciones de educación superior autónomas del país. Se trata de una certificación de calidad de sus procesos internos y sus resultados.
La Comisión Nacional de Acreditación, CNA, es el único ente con facultad para realizar proceso de acreditación válidamente reconocidos por la institucionalidad. Es responsable de verificar y promover la calidad de las instituciones autónomas (es decir, autorizadas por el Ministerio de Educación).
Para la Institución, contar con certificación otorgada por CNA respecto de la implementación de sus mecanismos de aseguramiento de la calidad y sus resultados.
Para los Estudiantes nuevos, acceder a financiamiento estatal o recursos que cuenten con garantía fiscal para el financiamiento de sus estudios. Solo en el caso de las carreras de medicina, odontología y pedagogías, también la carrera debe estarlo.
Certifica el cumplimiento del proyecto de la institución y la existencia, aplicación y resultados de mecanismos eficaces de autorregulación y de aseguramiento de la calidad, al interior de estas. Este proceso es independiente de la acreditación de carreras de pregrado, de programas de postgrado y de especialidades del área de la salud (médicas y odontológicas), esto significa que una institución no acreditada puede tener carreras y postgrados acreditados. Sin embargo, la ley de Educación Superior (N° 29.091) establece un plazo máximo en el que todas las instituciones deberán estar obligatoriamente acreditadas (enero 2020).
La acreditación institucional se extiende por un plazo máximo de hasta 7 años.
La cantidad de años se otorga en conformidad con el nivel de cumplimiento de los criterios de evaluación y los propósitos de las instituciones o programas.
Al cabo del plazo otorgado, las instituciones podrán repetir el proceso, con el fin de optar a un nuevo período de acreditación.
La Universidad ha definido, en el marco de los reglamentos emitidos por la Comisión Nacional de Acreditación, tres etapas para abordar el proceso. Estas etapas son:
Es un proceso de análisis y emisión de juicios que realiza la institución en relación con el cumplimiento de propósitos y referentes internos y externos de calidad, que le permite tomar decisiones de mejoramiento, formular metas de desarrollo futuro y diseñar estrategias para alcanzarlas.
Entre los referentes externos de este proceso se incluyen los criterios y estándares definidos por la Comisión Nacional de Acreditación, cuyo uso, por una parte, permite dar cuenta de la complejidad de la institución en distintos ámbitos de su quehacer (formativo, de gestión, investigación, innovación y/o creación, y vinculación con el medio), y por otra, demostrar en qué medida el sistema de aseguramiento integral de la calidad que posee la institución da soporte al mejoramiento continuo.
El nuevo modelo consagra la obligatoriedad de la acreditación y la considera que debe ser integral, en el sentido de que el juicio sobre la calidad de una institución de educación superior (IES) contempla la evaluación de todas sus funciones, en cuatro dimensiones obligatorias y una opcional, considerando todas sus sedes, funciones y niveles de los programas que imparte la institución. Como parte de la integralidad de la acreditación, la Ley establece la evaluación de una muestra intencionada de carreras y programas que aporte información acerca de cómo se realiza la transferencia o aplicación de las políticas, normativas y institucionales a dichas carreras y programas.
Las dimensiones para la acreditación institucional son las principales áreas de desarrollo de las instituciones de educación superior y, en consecuencia, su gestión es especialmente relevante para el funcionamiento institucional, en concordancia con las definiciones de misión y funciones institucionales para universidades, institutos profesionales y centros de formación técnica establecidas por la Ley N°21.091. Son evaluadas conforme a criterios y estándares de calidad.
Las dimensiones de acreditación institucional son:
A partir del 01 de octubre de 2023, serán obligatorias las de Docencia y resultados del proceso de formación, Gestión estratégica y recursos institucionales, y Aseguramiento interno de la calidad. La dimensión de Vinculación con el medio será obligatoria a partir del 29 de mayo de 2025. Finalmente, la dimensión de Investigación, innovación y/o creación será voluntaria, sin perjuicio de ser necesaria para obtener el periodo máximo de 7 años de vigencia de la acreditación institucional.
Los criterios son aspectos que se definen a partir de las dimensiones y expresan principios generales asociados a distintos aspectos del aseguramiento de la calidad, que se espera que las instituciones puedan desarrollar de manera continua, con orientación hacia la excelencia y en función de sus propósitos institucionales específicos.
La Ley considera catorce criterios, los que se operacionalizan en cinco dimensiones. Cada criterio cuenta con tres niveles de logro. El número y definición de cada uno de los criterios obedece a su relevancia específica, respondiendo a la idea que ellos en su conjunto abarcan los elementos determinantes que conforman cada dimensión. Estos son:
Los estándares son referentes con mayor nivel de especificidad que los criterios que expresan niveles de desempeño (o logro) progresivos en relación con el criterio especifico en evaluación. Caracterizan estados de avance en el desarrollo de ciclos de mejora continua de los aspectos considerados en cada criterio, de manera tal que, el nivel 3 incluye al nivel 2 y, el nivel 2 incluye al nivel 1.
Los criterios y estándares son un instrumento orientador para el desarrollo de las instituciones y, también son la base de la evaluación de su desarrollo tanto en forma interna como externa.
A partir de ellos, se construirán instrumentos de aplicación específicos, disponibles para IES, pares evaluadores y actores del sistema. Así, los criterios y estándares contribuirán a la función de promoción de la calidad de la educación superior y de fomento a la mejora continua.
Los criterios y estándares sirven para orientar la mejora de los procesos de gestión institucional y, a la vez, orientar la evaluación del funcionamiento de las instituciones de educación superior en procesos de autoevaluación y evaluación externa. En consecuencia, a partir de los resultados de estas evaluaciones, la institución puede definir acciones, reflejadas en planes de mejora, que potencien su capacidad de autorregulación.
Los niveles de acreditación que existen son tres, definidos en virtud del cumplimiento de los criterios y estándares de calidad, la acreditación institucional. Estos podrán ser de excelencia, avanzada o básica en conformidad de los niveles de desarrollo progresivo que se exigen y cuyo logro sea evidenciado por la institución.
Básico – Otorga un período de 3 años
Estado de desarrollo inicial o incipiente. Asociado a una restricción de la autonomía institucional, no pudiendo estar más de 2 períodos consecutivos en nivel básico, en cuyo caso, quedará sujeta al régimen de supervisión administrado por el CNA.
Avanzado – Otorga períodos de 4 o 5 años
Implica que ha consolidado un nivel de desarrollo que le permite operar con plena autonomía y evidencia la aplicación sistemática de mecanismos de aseguramiento de la calidad, en un ciclo de mejora continua, orientado hacia el logro de sus propósitos institucionales.
De excelencia – Otorga periodos de 6 y 7 años
La institución ha alcanzado, altos estándares en cada una de las dimensiones y en los distintos ámbitos de su quehacer, con resultados que dan cuenta del logro de sus propósitos institucionales. Se logra este nivel incluyendo la dimensión de Investigación, innovación y/o creación